lunes, 13 de octubre de 2014

Viaje a Arenas Room

Al subirme del auto lo único que llamo mi atención fue una flor que adornaba un pelo mal teñido, esos pétalos me recuerdan mi infancia, eran idénticos a las flores del viejo jardín de mi abuela, ellas siempre terminaban en el piso, pudriéndose mas rápido con la ayuda de los gusanos que coleccionaba.
La única misión que teníamos era drogarnos, encontrar el lugar donde levantar la casa y volvernos locos. La magia comenzó cuando salió la luna, entre los gritos de los lobos, mezclados con los sonidos que parecen música, era un ambiente soñado.
El amor nació y se esfumo rápidamente, las nubes llegaron y mas locos se iban sumando en la noche que duro un chasquido de dedos. El sol salió, el efecto del acido despacio, nos tiramos el ultimo cuarto, desarmamos el hogar y volvimos a la realidad. 





















Fotografía: Sebastián Rojas R.