Las pequeñas ciudades blancas esperan a Bruno, las pequeñas ciudades iluminadas en la noche esperan a Susana. Se recuerda que ya es día, se recuerda el mar.
Bruno dice que ha vuelto a casa. Susana también dice que ha vuelto a casa. Está la luz entonces y las cumbres vendadas del cielo. Está el horizonte y las gasas de luz de los pequeños pueblos blancos sobre las cumbres.
¿Para siempre?
Se recuerda entonces toda una nevada de nombres, Paulina, Mireya, Isabel: ¿Han visto a Susana? ¿han visto a Bruno?
Se recuerda entonces toda una nevada de nombres, Paulina, Mireya, Isabel: ¿Han visto a Susana? ¿han visto a Bruno?
Raul Zurita.